lunes, 24 de enero de 2011

La historia del "Pampa" Delaturi

En estos días se cumplieron 35 años del crimen de Salvador "Pampa" Delaturi, un obrero nacido en La Pampa que fue asesinado por su compromiso social y político por un grupo de la Triple A en La Plata. El recuerdo de su militancia.

Norberto Asquini

Salvador “Pampa” Delaturi es recordado por sus compañeros de militancia como un delegado de fábrica morocho, experimentado y formado en la teoría marxista, combativo pero racional. Un “tano con olor a fábrica”, como lo definen en su libro Anguita y Caparrós.

Había nacido el 16 de mayo de1943 en Las Liebres, un campo cerca de Luán Toro, en el oeste pampeano y su familia se instaló en General Pico cuando él tenía pocos años. De oficio mecánico, trabajó en una empresa de construcción y luego en la agencia de automóviles Chevrolet de la ciudad. Todavía era un adolescente cuando comenzó a militar en el Partido Comunista local a los 19 años mientras estaba en la Comisión de Fomento del barrio en el que vivía sobre la calle 14, una zona periférica conocida como “atrás de la vía”.

En octubre de 1961, cuando los trabajadores agremiados en La Fraternidad y la Unión Ferroviaria, sindicatos con fuerte presencia de militantes de izquierda y combativos, empezaron la resistencia al desmantelamiento de los ferrocarriles proyectado por el gobierno de Frondizi con el denominado Plan Larkin, Delaturi fue uno de los activistas que acompañó la protesta y se solidarizó con los huelguistas que llevaron adelante un paro de 42 días.

A fines de los ’60 se instaló en Ensenada, una ciudad industrial cercana a La Plata. Por su militancia fue enviado en 1968 a Alemania Oriental por la cúpula del PC argentino para formarse, vivió un tiempo de ese lado de la cortina de hierro y luego viajó por la Unión Soviética y Cuba. En los ’70, de regreso al país, comenzó a trabajar como obrero en la fábrica Propulsora Siderúrgica, ubicada en Ensenada, una industria de alta tecnología del grupo Techint. Por entonces se había casado con María Eva Sabedra y tuvo dos hijos, Carlos y Silvia.

Pronto se convirtió en un referente sindical de muchos trabajadores. Ganó un lugar como delegado de base y fue parte en los ’70 del sindicalismo combativo junto a activistas del Peronismo de Base y otros grupos de izquierda, que enfrentaron a los “vandoristas” de la UOM, en esos momentos dirigidos por Victorio Calabró.

Fue en noviembre del ‘73 que le hicieron frente a los ortodoxos de la lista Azul en las elecciones de delegados de Propulsora. Junto al peronismo revolucionario -PB y algunos de la JTP- y la izquierda se integró la Lista Blanca Unidad que lo tuvo como uno de sus dirigentes. Su casa, ubicada en la calle Brasil y avenida San Martín, era uno de los lugares de reunión de los integrantes de esa agrupación y para entonces, la dirigencia metalúrgica lo trataba de “bolche”. Fue una elección reñida que perdió la Blanca con fraude, según interpretó su sector.

En mayo de 1974, los combativos superaron en su lucha por reivindicaciones concretas a las autoridades vandoristas. Delaturi lideró la ocupación de la fábrica en reclamo por mejoras salariales y laborales, y en junio formó parte de la comisión interna elegida por el Cuerpo de Delegados que no fue oficialmente reconocida por la UOM. Estaban entre otros Luis Rave, el “Turco” Cherry y Daniel De Santis. Fue la forma de enfrentar a los cuerpos orgánicos de la comisión directiva de la UOM, a los que se acusaba de negociar con los empresarios y acallar cualquier exigencia de los obreros.

Poco después, en agosto, tuvo que pasar a un segundo plano en lo gremial por precaución ante los aprietes que realizaba la Triple A a los activistas del sector combativo para arrancarles las renuncias. Pero sin abandonar la fábrica ni el cuerpo de delegados. Eran momentos difíciles para los militantes de base ante la represión que unía a la patronal, el oficialismo de la UOM -que tenía como jefe al gobernador Calabró- y las patotas de la derecha conectadas con la policía que circulaban con total impunidad.

Delaturi pasó a militar a mediados del ’75, en el momento más intenso del enfrentamiento con la UOM, en el PRT descontento con la dirigencia del PC ante la actitud pasiva que había tomado ese partido en las huelgas y por promover un gobierno cívico-militar para salir de la crisis que azotaba al gobierno de Isabel Perón. Dentro de Propulsora estaba a cargo del frente obrero y pasó a dirigir una célula de cuatro hombres. Para entonces había marchado a Plaza de Mayo donde junto a otros obreros platenses de manifestaron contra el plan económico del ministro Rodrigo.

En los últimos días de diciembre del ’75 su familia viajó a General Pico y se quedó en esa ciudad . Delaturi volvió solo a La Plata en enero del ’76. Sabía que lo seguían, por lo que trataba de no quedarse mucho tiempo en su casa de Ensenada y dormía en los domicilios de varios de sus compañeros. Pocas semanas antes del golpe de Estado, en la noche del 13 de enero, fue a buscar ropa y se metió en la vivienda por el patio trasero. Cuando prendió la luz, un comando integrado por una quincena de matones de la Triple A y uniformados del Ejército derribó la puerta y lo secuestró. Un vecino observó como dos Falcon, uno de ellos verde, y un Peugeot 404, se alejaban del lugar aparatosamente. Dentro de las habitaciones quedó un gran desorden producto del forcejeo que Delaturi mantuvo con sus secuestradores. Esa misma noche también capturaron a Carlos Scafide, un obrero de 30 años, independiente de izquierda.

Al día siguiente, en un descampado cerca del cruce de rutas hacia City Bell, dos cuerpos aparecieron acribillados y volados con una granada. Eran los de Delaturi y Scafide. Horas después se conoció un comunicado del Comando Libertadores de América referido a sus muertes que resaltaba su propósito de “liquidar la guerrilla industrial antipatria”. Este grupo ilegal era un comando de derecha integrado por civiles del CNU, matones de la Tripla A y oficiales del batallón de Infantería de Marina 3 y del Regimiento 7 del Ejército que actuaban en la zona.

Conocida la trágica noticia, los obreros de Propulsora hicieron una colecta para las viudas y lo velaron en Ensenada. El cuerpo fue enviado a General Pico, donde se lo despidió.

(Publicado en el libro "Crónicas del Fuego")

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